La vida es la historia de cada ser humano. Las vivencias hacen de la vida una historia. Historia que es necesario publicar. Aqui las mías. Aveces interesantes otras aburridas. Pero en fin, vivencias de día a día. Lo que soy, lo que he vivido. Tienen un orden numérico para seguir la secuencia.

sábado, abril 01, 2006


002 El elástico del canzoncillo y los dedos de Cuchi.

La curiosidad por los prepucios aumentaba cada día. Recién nos mudamos al área metropolitana. Mi padre cada día dedicaba todo su tiempo a su trabajo. No nos dedicaba tiempo a la familia. Empecé a cursar el jardín de infantes. Ahora regresaba por las tardes a la casa de mi abuela para que ésta me cuidara.

Al lado vivía Cuchi. Un niño de mi edad. Blanquito y gracioso. Pasaba el día en calzoncillos. Era muy coqueto y hablador. La casa de mi abuela y la de sus padres se unían por las marquesinas. Luego del almuerzo nos juntábamos a hablar entre las marquesinas.

Cuchi en calzoncillos. Yo vestido con una muda que mi madre enviaba para quitarme mi uniforme y no dañarlo. Cuchi metía sus manos en el elástico de su calzoncillos mientras agarraba el muro con sus pulgares. Luego se alejaba hacia atrás. Estirando el elástico de sus calzoncillos al máximo. De esa forma me dejaba ver su pipí.

Lo tenía blanquito y sin circuncidado. Esto se grabó en mi mente y se convirtió en pensamiento de mis diarias excitaciones.

Cuchi es padre casado. Yo... padre soltero. Todo un varoncito.