La vida es la historia de cada ser humano. Las vivencias hacen de la vida una historia. Historia que es necesario publicar. Aqui las mías. Aveces interesantes otras aburridas. Pero en fin, vivencias de día a día. Lo que soy, lo que he vivido. Tienen un orden numérico para seguir la secuencia.

sábado, abril 01, 2006


006 Jugo de china...

La pólvora corrió por toda la vecindad. "El varoncito es maricón". Coño que vergüenza. Cambié mis rutas para visitar a mi familia e ir a la escuela. Logré que me cambiarán a un colegio privado. Ahí jamás alguien escuchó mi voz. Tenía miedo de hablar y que mi voz delatara mis preferencias.

Pronto llegué a la secundaria. Con porte varonil aunque era un flaco enclenque. Acomplejado a lo máximo. Bellaco en mis pensamientos. Empecé a trabajar a tiempo parcial como empacador en un supermercado. En todo momento me comporté como todo un varoncito. En mi interior desvestía a cuanto varón pasaba por mi lado.

Estando en la clase de biología entró un exestudiante, recién graduado del año anterior. Pasó a saludar a la maestra. Parecía que fue muy popular en la secundaria. Resultó ser un vecino de mucho más arriba de la calle que yo vivía. Todavía no empezaba la clase así que saludo a la maestra y cuando me vio aprovechó que había un pupitre vacío detrás de mi y se sentó.

Me halo la camisa y al oído me dijo.

-Me enteré que te pusistes hacer cositas con los de la casa de la esquina.

Yo me puse a temblar. Pense -Hasta este tipo se enteró. Entendí que todos los de la calle también. Todos se la pasaban jugando frente a mi casa. Yo no salía ni a la acera. En primer lugar nuestro padre nos tenía con el candado puesto en el portón. Decía que en la calle había drogas. Ahora menos con todo lo que la gente comenta.

Trague profundo y no le contesté.

-Pasa por casa - me dijo- yo estoy los viernes por la mañana.

Ese viernes caminé hacia la escuela por el otro lado. Mi fin era pasar por la casa de quien me invitó. Caminé lentamente y ya frente a su casa vi desde la calle que estaba en la sala. El salió de inmediato. Me abrió el portón y me invitó a entrar. En el comedor estaba sentada la abuela.

-No te preocupes ella esta loca y no se da cuenta de nada. De todos modo entra a mi cuarto y cerramos la puerta.

Entré, nervioso pero bellaco. El estaba tomando jugo de china. Se sentó en la cama. Puso el vaso en el piso. Me agarró con una mano por la parte de atrás de mi muslo derecho. Con la otra mano me bajo la cremallera. Metió su mano en mi pantalón y saco mi bicho que ya estaba duro. Se lo metió en la boca y empezó a mamarlo. Mamaba como un profesional. Sabía lo que hacía. Yo estaba bien excitado. Sentía como movía su maestra lengua y a la vez apretaba y soltaba los labios para darme placer. A la vez se masturbaba el bicho que sacó de unos cortos pantaloncitos de correr. Logré verlo. Era "uncut". La boca se me hizo agua. De tanta bellaquera sentí la corriente desde mis bolas hasta la cabeza.

-Puñeta me vengo!!!!

Aumento el movimiento de sus mandíbulas.

-Me vengo!!!!

Asintió con la cabeza y mirada como diciendome; dámela que la quiero. Si, me vine en su sedosa boca. Se tragó mi leche.
De inmediato me metí el guevo al pantalón. Me fui a la escuela. Cuando me dio ganas de orinar me percaté que mi pinga tenía olor a jugo de china.

Mi vecino es padre casado, yo padre soltero. Todo un varoncito.