La vida es la historia de cada ser humano. Las vivencias hacen de la vida una historia. Historia que es necesario publicar. Aqui las mías. Aveces interesantes otras aburridas. Pero en fin, vivencias de día a día. Lo que soy, lo que he vivido. Tienen un orden numérico para seguir la secuencia.

domingo, abril 02, 2006


008 Te amo, ponte la vaselina...

La semana pasó rápido. De nuevo llegó el viernes y el momento de mi tercera visita a mi vecino pelotero. Aproveché en la semana y en una tienda de caballeros cercana al supermercado donde trabajaba de empacador compré un paquete de bikinis. Calzoncillos sexy con diseños salvajes. Mi madre me cuestionó. Yo le dije que eran la moda. Lo último en la avenida. Me los puse y salí a mi esperado encuentro.

Estaba vez quería chupar pinga de verdad. Tenía todo planificado. Para no venirme tan rápido y alargar el juego sexual establecí un plan. Durante la mamaera rezaría el Padre Nuestro. Desviando mis pensamientos y evitando la eyaculación precoz. Esto se quedo como costumbre y al venirme doy gracias al Padre.

Ahí estaba el pelotero. Esta vez yo me quité la ropa. Dejandome sólo los bikinis para que mi amigo los disfrutara. Me agarró el bulto. Y empezó a morderlo sobre los bikinis.

-Ummm. Tremendo tigre. Ruffff. Rugía el pelotero con mis pelotas en su boca.

Bajó mis bikinis me abrazó y empezó a besar mi cuello. Hormiguitas corrieron por todo mi cuerpo. Me tomó por la nuca y beso mi frente. Pasó la lengua por mi nariz y pegó sus hermosos labios a los míos. De momento me alejé.

-¿Qué haces mano? le reproché.

- Quiero besarte, dame esa boca.

De nuevo unió sus labios a los míos y me metió su lengua en mi boca. La movía ritmicamente. El sabor de su saliva era sublime. Mi primer beso con un hombre. El mejor beso. Lengua a lengua unimos todo nuestro cuerpo y caímos a la cama.
Empezó el grajeo. Rozando pinga con pinga, guevo con guevo. La humedad del precum llenaba nuestros vientres. Me miró fijamente a los ojos y dijo:

-Tu me gustas mucho. Estoy enamorado de ti...

Yo enmudecí. Jamás me había enamorado de un varón. Siempre de nenas.

Mientras mis contemporáneos soñaban que se besaban con Braulio Castillo padre, en Renzo el Gitano. Yo soñaba que me besaba con Miosotís, Gladys Rodríguez. Hasta soñe besarme con Rocio Dúrcal (RIP) y Lucecita. (Eso hoy parecería homosexualismo). En fin no quería enamorarme de un macho. Me enamoro de hembras. Los machos son sólo para bellaquear.

Ahora este pelotero quiere convertir esta lujuria en amor. WOW...
Mientras, sacaba de la gaveta de la mesita de noche un frasco amarillo y me dijo de nuevo:

-Estoy enamorado, tu me gustas. Ponte vaselina y metémelo.

-¿Por dónde? Pregunté.

-Papi... por el culo.

Me puse vaselina y el pelotero se puso en cuatro...

El pelotero es casado con hijos. Yo... soltero con hijos. Todo un varoncito.